ATENTADO FRUSTRADO EN UNA PARROQUIA.

El pasado domingo 12 de Julio, la parroquia de Santa Genoveva sita en Majadahonda, Madrid, sufrió un intento de atentado. Siete artefactos incendiarios fueron colocados y conectados a los aparatos de aire acondicionado. El propio párroco Don David, fue quien se percató del fuerte olor a gasolina, avisó a la Guardia Civil siendo necesaria la intervención de  un grupo de los TEDAX.

En apariencia parecería uno más de los actos vandálicos de los “chicos de la gasolina”. Sin embargo,  analizando un poco más en profundidad la situación, podremos  darnos cuenta de que no se trata de un simple acto vandálico. No vamos a dedicar mucho tiempo en debatir o analizar la posible autoría del atentado. Pueden haber sido hijos de la “Yihad” o camaradas de Carlos Palomino “El Pollo”, ambas posibilidades son hijas del mismo mal. Por un lado sufrimos lenta y silenciosamente la infección mortal de la secta del turbante y el burka, que poco a poco se hace hueco en nuestra sociedad y nuestro pueblo adquiriendo derechos y beneficios a los que nunca renunciarán, llegando a pedir el voto para PSOE e IU, no siendo por que estos partidos compartan sus valores morales (de los que carecen) sino por que reconocen  en dichas organizaciones políticas las vías de entrada en nuestra moribunda España. Si a la llegada de la población musulmana y su reproducción en suelo patrio, le añadimos el debilitamiento espiritual de nuestro pueblo, no pasará mucho tiempo en el que estos “nuevos bárbaros” quieran exigir su cuota de poder.

Por otro lado la permisividad de la que la extrema izquierda viene gozando, no hace más que envalentonar a estos cobardes, creando un caldo de cultivo apto para que en un momento de delirio se les pudiera ocurrir repetir sus hazañas incendiarias de 1936. 

Hay quien piense que ante esto poco o nada se puede hacer, a estos solo hay que demostrarles con nuestros actos concretos que no es cierto. No cabe rendición cuando la batalla es a vida o muerte. Sólo caben dos posibilidades: o vencen ellos e implantan su visión de odio y muerte en España o vencemos nosotros y recuperamos para nuestra Patria su ser verdadero, su auténtica metafísica. Sólo así seremos capaces de crear los anticuerpos contra esta enfermedad, derivada de la modernidad. Sólo volviendo a ser tradicional de España revolucionariamente, salvaremos a España de la invasión de los nuevos bárbaros.